René Loyo Cárdenas
En 1968, el destacado director de cine, guionista, productor y fotógrafo estadounidense Stanley Kubrick, alcanzó la cumbre de su carrera con la película de ciencia ficción 2001: A Space Odyssey, filme de ciencia ficción y que hasta la fecha es considerada una de las mejores de la historia dentro de su género. De acuerdo a la ficha técnica: “Después de descubrir un misterioso artefacto enterrado bajo la superficie lunar, se envía una nave espacial a Júpiter para encontrar su origen: una nave espacial”. El realismo empleado en los efectos especiales y las proyecciones vanguardistas hicieron que este trabajo sea considerado como una película de culto. En 1991, la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos la nombró como un trabajo “cultural, histórica y estéticamente significativo” por lo que fue seleccionada para su preservación en el National Film Registry.
Todo este recuerdo sin duda lo evocó en el preciso momento que me encuentro saboreando un delicioso café en Bristol New Hampshire, cuyo nombre de la cafetería es el de Odysea, y la persona que nos atiende nos señala que ese delicioso café que hoy disfruto se produce en microlotes en Yaunera, Copán, una región de Honduras conocida por sus antiguas ruinas mayas, a 1500 metros sobre el nivel del mar y es donde se encuentra la finca que cultiva este café delicado de olor seco y fresco que presenta un sabor a chocolate amargo, bayas y vino tinto.
A un costado de mi mesa se encuentra un matrimonio que envueltos en su entusiasmo señala que ha degustado un sándwich de chorizo y su esposa ha pedido un panecillo simple de huevo con tocino, ambos con resultados muy positivos. Pregunto al mesero que tiene de especial el chorizo que allí sirven y comenta que normalmente en los restaurantes los chorizos que se sirven son embutidos cárnicos secos cargado de especias propias de la influencia española y arabe. Aquí tanto el chorizo como la salchicha americana, son parte de la receta de casa, por lo que se cocinan y se presentan con la frescura que produce el lugar.
El recuerdo de Odysea película y el estar sentado en Odysea cafetería en verdad guardan un paralelismo. El primero tiene un lugar en el mundo cinematográfico de este país y la cafetería construye a grandes pasos su historia rica en sabor desde el condado de Grafton en el estado estadounidense de New Hampshire. En horabuena por este proyecto gastronómico.
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