No pinchesmames con esa comida
René Loyo Cárdenas
La palabra “pinche” proviene de España y su origen se refiere a “pinchar” (picar) y se utiliza para referirse a un ayudante de cocina que sin tener un título de cocinero, se encarga de las tareas base de preparación de alimentos, limpiar, pelar, cortar y se ocupa de organizar los utensilios y de recibir los insumos del restaurant, asegura el orden y la higiene del espacio de trabajo, apoya al responsable de la cocina. Actualmente esta categoría sigue presente en la industria restaurantera española. En Francia se utiliza la palabra Marmiton.
En México esta categoría fue fuertemente utilizada y criticada en las demandas de la llamada Revolución Mexicana por ser en las haciendas la parte testimonial de explotación laboral, de injusticia y desigualdad.
Pero la palabra pinche ha tenido una evolución compleja e interesante así tenemos algunos ejemplos:
(1) a. ¿Por qué no había él de hervir a un cocinero y tres pinches para librar de la trichina a su persona y a la de sus deudos y amigos? (Luis Coloma, Pequeñeces, 1891, España, CORDE).
b. Diciendo esto, el valiente pinche sacó una navajilla con la cual le vi describir heroicas curvas en el aire (Benito Pérez Galdós, El 19 de marzo y el 2 de mayo, 1873, España, CORDE).
c. En ese entonces era sólo un pinche, pero ya me daban a hacer cosas importantes (Mario Benedetti, La tregua, 1960, Uruguay, CORDE).
(2) a. Todo tan pequeño, tan pinche... He fracasado, Ixca (Carlos Fuentes, La región más transparente, 1958, México, CORDE).
b. ¡gocen a los familiares que todo se nos escapa en esta pinche vida! (Arturo Azuela, El tamaño del infierno, 1973, México, CORDE).
c. A todos los pinches abogados hijos de puta que ya nos tienen hasta la madre (“Zedillo dio «luz verde» a violaciones de derechos humanos, y pueden surgir esc...”, Proceso, 27.X.1996, México, CREA).
(3) a. Si crees que me voy a poner pinches celosa porque todos tus tweets no son para mí, déjame decirte que estás acertando. :( (Twitter, 2012, México).
b. Si soy celosa es porque me gustas, si te hago berrinches es porque te quiero. Ya pinches entiéndelo, porfa. :( (Twitter, 2012, México).
c. ¿Alguna vez han soñado que los engañan de la misma forma que lo hicieron antes? Es pinchemente horrible (Twitter, 2012, México).
Con el tiempo, especialmente en México, adoptó un significado despectivo para referirse a algo de baja calidad, mezquino o como insulto.
Pero cuando la palabra pinche en México se separó de la cocina para presentarse para definir cosas defectuosas y de baja calidad.
El escritor Jośe Emilio Pacheco escribe:En México, “pinche” canceló su acepción normal para adquirir, no se sabe cuándo, las características de un epíteto derogatorio que sorprende por su omnipresencia y durabilidad.
El Diccionario del español usual en México de Luis Fernando Lara en su segunda edición de 2009. Lara advierte que se trata de una grosería: “Pinche” 1. Que es despreciable o muy mezquino. 2. Que es de baja calidad, de bajo costo o muy pobre.
“Pinche” puede ser un empleado, el hábito de fumar, la suerte, un policía, una camisa, un perro, una casa, una persona, el mundo entero, una comida, un regalo, un sueldo o bien lo que a usted se le ocurra. Se trata, pues, de un epíteto que degrada todo lo que toca. Normaliza y vuelve aceptable una furia sin límites contra algo que nos ofende y humilla pero no podemos cambiar.
Admite grados y amplificaciones: “Esa novela me pareció un poco pinche”. “El racismo es una actitud pinchísima”. A veces puede ser un sustantivo inapelable: “No te lleves con él: es un tipo de lo más pinche.” Puede adquirir el rango de injuria máxima: “No me vuelvas a hablar, hijo de tu pinche madre.”
No sé cuándo empezó a emplearse y nunca he leído nada sobre su origen. Ya que “pinche” en español común es “el ayudante de cocina”, sin ninguna pretensión ni autoridad, se me ocurre que el término se originó en tiempos de la hacienda y el latifundio. Nació entre los peones obligados a trabajar la tierra para beneficio de los amos y que veían con explicable resentimiento a quienes laboraban en ocupaciones serviles dentro de la casa grande.
Si el uso está restringido a México, resulta algo anecdótico e insignificante frente al hecho de que, a diferencia de tantos otros idiomas, quinientos millones de personas podamos entendernos en nuestra lengua materna. Es una “pinche” desgracia que muy pocas veces tengamos conciencia de este prodigio.
Imagen Google. La imposición española a los indígenas. 2019.
No hay comentarios:
Publicar un comentario