Los
productos deshidratados
Chef René Loyo Cárdenas
Estados Unidos,
Inglaterra, Francia, Países Bajos y Alemania, son naciones de Europa en la que
un fuerte sector de sus ciudadanos
preocupados por la alimentación que consumen en el día a día, han
recurrido a la búsqueda de nuevas propuestas que no contengan sustancias
químicas, o bien de enseres con conservadores que a corto o mediano plazo
generen daños en el organismo. No quieren someterse a rigurosas dietas que
conlleven a cada persona, a sumar kilos de grasa y que resulte en una
desagradable obesidad. La gran mayoría de estos ciudadanos presentan una
constante: han estado en regímenes diferentes buscando una alternativa sana en
su alimentación. Hoy los llamados carnívoros, veganos, vegetarianos y demás
cada día recurren más a los llamados productos deshidratados.
Punto
y aparte.
En el interior del
centro de trabajo, en una cocina industrial, los altos directivos de la empresa
hacen el esfuerzo de buscar mejoras en los productos terminales a fin de que los responsables de operar el
comedor industrial, en cada comida que entregan, cuenten con óptimos tiempos de servicio, mejores
sabores, agradables olores, suficiente textura y sobre todo calidad. A todo ello se preguntan
si en verdad los productos deshidratados pueden ser la solución de una
propuesta seria, responsable y de alta calidad para sus consumidores.
Mientras tanto, en el
interior de los comedores industriales,
las personas que laboran en la operatividad del trabajo diario, poco o nada
saben que son y de que sirven los productos deshidratados. A la pregunta
explicita una de ellas responde: “Es como la sopa marucha que se le agrega
agua, y tiene un sabor agradable y se come”. La respuesta es No, no es eso.
Otra persona más añade: “Es como los frijoles que se compran en el súper, se
les pone agua y ya están, saben feos, pero te sacan del apuro”. La respuesta es
un contundente No.
La sopa que señalan
líneas arriba y los frijoles y demás enseres a los que solo se le pone
agua, está considerada como comida
instantánea. No tiene nada que ver con la comida deshidratada. Para ello
existen una gran cantidad de marcas que se ofertan en las tiendas de servicio,
sustituyendo muchas veces la comida tradicional. Muchas otras se anuncian que
contienen menos sodio, que se le agregan muchas vitaminas y ello ha dado paso a
toda una serie de cambios en la cultura alimentaria mexicana, muy acorde con lo
que sucede en el resto del mundo.
La comida instantánea
contiene glutamato monosódico (E621), aminoácido que al decir por algunos
científicos, poco o en nada ayuda al organismo.
Pocos saben que el
preparar una comida instantánea no se debe hacer en un horno de microondas ya
que al venir en utensilios de unicel generan Dioxinas y representan riesgos y
efectos para la salud. Las Dioxinas son compuestos químicos que se vuelven
contaminantes y se van acumulando a lo
largo de la cadena alimentaria, principalmente en el tejido adiposo de las
personas. Las dioxinas tienen elevada toxicidad y pueden provocar problemas en
la salud hasta llegar al cáncer.
Los
productos deshidratados
Los productos
deshidratados son productos sin agua, con el sabor más intenso y los colores
más vivos. Los productos deshidratados es una modalidad que va ganando terreno
en el mercado mundial.
Los alimentos tratados
bajo este proceso tienen como característica que poseen un menor tamaño y peso,
presentan mayor vida de gabinete sin que
por ello afecte su valor nutritivo, así lo aseguran los expertos en alimentos.
Un producto
deshidratado consiste en un alimento al que le han eliminado la mayor cantidad
posible de agua o humedad. No altera los nutrientes. Las condiciones en que se
realiza dicho proceso están científicamente controladas como es la temperatura,
humedad, velocidad y circulación de aire, por lo que el resultado final es
tener la garantía de un producto con una vida útil y más prolongada. Sus
propiedades nutritivas se conservan en un 98 por ciento de su totalidad.
Si trabajas en la
preparación, elaboración y producción de alimentos saludables, los productos
deshidratados que aparte de facilitar mejor el almacenaje, transporte y
manipulación de los mismos, son una realidad y un modo perfecto de trabajar.
No tengamos miedo de
incorporar productos deshidratados.
Salud para todos!
Muy interesante artículo.
ResponderEliminarGracias por su comentario
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