domingo, 24 de junio de 2012

Qué buena la leche!


Chef René Loyo Cárdenas




“De lo que más ganas tengo es de volver a probar algunos tragos de la leche de Felipa, aquella leche buena y dulce como la miel que le sale por debajo a las flores del obelisco”.  Juan Rulfo. El llano en llamas y otros cuentos.


Cuando nace un bebé el primer alimento que recibe por parte de la madre es la leche. No se sabe cuando los humanos comenzaron a tomar leche de otros animales y es hasta hoy en día un alimento substancial en la vida del individuo y su producción permite la fabricación de los quesos, la mantequilla, yogur y demás subproductos importantes en la dieta del ser humano.

Definición
La leche es una secreción blanca que se puede describir como un sistema polidisperso. La grasa se encuentra emulsionada en forma de gotitas rodeada de una membrana. Las proteínas se encuentran formando un coloide en forma de micelas. La lactosa es el carbohidrato principal de la leche y se encuentra disuelto. Es producida por las glándulas mamarias (llamadas también “mamas”, pechos en el caso de la mujer y en los animales “ubres” o “tetas”). Su función es la de nutrir  a las crías a partir del nacimiento y permite la protección contra agentes patógenos, toxinas e inflamaciones. La secreción láctea de una hembra después del parto se llama calostro.

Historia
Si bien la leche es un alimento importante en la alimentación de los seres humanos, no se sabe cuándo y en qué lugar comenzaron a tomar leche de otros animales. A través de diversos estudios arqueológicos se considera que en Eurasia el ser humano comenzó a domesticar a cabras y ovejas, hace más de 10,000 años, y con ello aprovecharon todo.
En el libro “El cocinero científico”, Diego Golombek, escribe que a los griegos y romanos no les gustaba ni la leche fresca, ni la mantequilla, pero si los quesos. “Tan extraño era la ingestión de leche para los griegos y romanos que se referían a los barbados como GALAKTOPOTES, literalmente tomadores de leche. El historiador griego Heródoto  (siglo V antes de Cristo), describe a los habitantes del Cáucaso de esta forma: no siembran ningún cultivo y solo viven del ganado y de la pesca… además son tomadores de leche” (Op.cit. pag.15).
En el siglo XIII Marco Polo describe la preparación de la leche en polvo: “Los tártaros pueden marchar diez días sin preparar carne, desangrando parcialmente a sus caballos para alimentarse. También hacen uso de la leche que extraen de sus yeguas: la hierven, separan la crema de la superficie para colocarla en un recipiente separado con el que preparan manteca. Luego exponen la leche al sol hasta secarla por completo. Cuando la van a utilizar, colocan una porción en una botella con agua. Al cabalgar el mismo movimiento agita violentamente los contenidos y se forma un potaje con el que se alimentan” (Op.cit.pp 17).

La leche materna
La leche humana se digiere mejor que la de cualquier otro mamífero, contiene una sustancia llamada lactobacillus bifidus, una bacteria del tracto digestivo que excreta ácido láctico el cual inhibe bacterias perjudiciales para la cría, también crea anticuerpos contra numerosos patógenos como polio, salmonella y demás.
Sin embargo no todos los seres humanos son tolerantes a cualquier tipo de leche, debido a la absorción, la enzima lactasa primero debe romper al disacárido en sus unidades constituyentes. La cantidad de lactasa alcanza su nivel máximo poco después del nacimiento y luego declina lentamente. En algunos individuos el nivel de lactasa es tan bajo que no pueden digerir la leche. Si se consumen cantidades altas de lactosa en ausencia de lactasa, el azúcar pasa a través del intestino delgado sin ser absorbido y alcanza el colón. Allí algunas bacterias fermentan lactosa para producir dióxido de carbono, causando dolor. Además la presencia de azúcar en el colón también puede provocar diarrea. Si usted quiere ahorrarse toda esa molestia, vale entonces comer un buen queso y acompañarlo de un vino tinto, su organismo siempre se lo va agradecer.

Animales productores de leche
El consumo de determinados tipos de leche depende de la región y el tipo de animales que se encuentren al alcance. Así tenemos que en algunos lugares se consume la leche de ballena, de foca, de asna o de yegua. Veamos la siguiente clasificación:
La leche de vaca (Bos taurus), es la que más se consume y tiene más aplicaciones industriales. Se trata de un bovino que permite la aparición de la raza cebú, y  de allí se encuentran la Holstein, Guernsey y Jersey.
Búfalo (Bubalus bubalis), es un animal muy sensible al calor de allí su nombre de búfalo de agua. Los árabes lo llevaron a Europa y desde aquel tiempo los italianos  utilizaron la leche de búfala para elaborar los quesos mozarela.
Oveja, de acuerdo a estudios antropológicos y arqueológicos se considera que es el primer animal domesticado que permite su utilización total para  consumo del hombre. Su leche es rica en contenido graso y en proteínas.
La Cabra, siendo uno de los primeros animales domesticados por el hombre, su leche contiene  mejores propiedades que la leche de vaca, su sabor y aroma es más fuerte, se dice que contiene mayores niveles de calcio. Sus quesos siempre son una garantía en sabores.
La llama y la alpaca, son animales propios de América del Sur, principalmente en la serranía del Perú, su consumo es netamente regional.
El camello. Su leche es muy apreciada en el norte de áfrica y es base de su gastronomía.
El Yak es un bovino de pelo largo, se encuentra en la población del Tíbet y parte de Asia, posee una leche rica en proteínas y en grasas y se considera mucho mejor que la leche de cabra.
Yegua, Asnas y Cebras. En muchas poblaciones de Asia central se constituye como un alimento principal y de la leche de yegua se produce el Kumis que tiene un poderoso efecto laxante. La leche de Asna se tiene como la más semejante a la producida a la humana. En Bélgica se produce en cantidades industriales para ser suministrada a los niños que presentan problemas por el consumo de la leche de vaca u otro.
En parte de Rusia y de Suecia es frecuente encontrar el consumo de leche de animales como el Reno, algunos estudios señalan que ayuda a prevenir ciertas enfermedades gastrointestinales en los niños.

La leche y el VIH
El New York Time publica que: “científicos estadounidenses descubrieron que la leche materna mata el VIH”. De acuerdo a investigaciones realizadas en la Universidad de Carolina del Norte se preguntaron por qué los bebés amamantados de madres con VIH no suelen estar infectados por el virus. Para averiguar la razón del fenómeno, investigaron a modelos de  ratones humanizado  reconstituido para que sean susceptibles a enfermedades humanas como el sida, se les administró por vía oral el VIH mezclado con la leche de madres (humanas) sanas, y el 100 por ciento de los animales no se infectaron, reveló el investigador mexicano Víctor García. Por otra parte, cuando a los ratones se les administró solamente el virus sin ser mezclado con la leche materna, los animales enfermaron. Capacidades desconocidas según García por lo que su estudio completo está publicado en: Public Library of Science pathogens señala “proporciona una información muy valiosa sobre la asombrosa capacidad de la leche materna para destruir el virus, y prevenir su trasmisión”.  De acuerdo al investigador el estudio permite comprender como se trasmite el VIH a los lactantes y los niños, a pesar de los efectos protectores de la leche y agrega: “nos ayudará a cerrar una de las puertas importantes para la propagación del sida” concluye el experto.

La leche y la cultura
La leche no solo ha sido un alimento importante en la vida del ser humano, también forma parte de una diversidad de manifestaciones culturales en diferentes épocas de la humanidad. Por ejemplo:
La cultura China. Las antiguas dinastías tenían la costumbre de tomar leche y comer los productos derivados de la misma, sin embargo, después de la dinastía Tang, en el que Asia se dividió claramente en dos grupos los que favorecían el consumo de la leche y sus derivados y los que rechazan estos productos.
En diferentes partes de la India y hasta los países nórdicos así como en el Antiguo Testamento, la leche es un símbolo de abundancia asociado a un acto divino con la creación.
En Roma se dice que Cleopatra solía bañarse con leche a fin de mantener su belleza, por lo que en tiempos modernos las mascarillas de leche se asocia con la belleza y la estética femenina.
En la obra La lechera, del pintor holandés Vermeer, la  blancura de la leche representa la pureza y virtudes de la joven que sostiene la jarra.
Desde el punto de vista científico la Vía Láctea se encuentran los cinturones de estrellas que pueden verse entre las constelaciones de Perseo, Casiopea y Cefeo, fueron bautizados como la vía láctea para recordar la historia en la que Hera quería amantar a Heracles (Hércules, en la mitología romana), y éste la mordió tan fuerte que un chorro de leche salió disparada hacia el cosmos.


Bibliografía:
El cocinero científico. (Cuando la ciencia se mete en la cocina). Apuntes de Alquimia culinaria. Colección “Ciencia que ladra…” Diego Golombek, Pablo Schwarzbaum. Siglo XXI Argentina.2003

Comidas y Banquetes México. FernándezMiguel Angel del Villar. Mesa Mexicana. 1990. Fundación Cultural Bancomer.

Quesos del mundo. Bernard Nantet, Patrick Rance. Editorial Noriega. Italia. 1993.

La leche materna mata VIH. New York Time. Artículo completo en http://actualidad/ciencias/-la-leche-materna-mata-VIH

Imagen: Fotografía Concha Prada. (Puebla de Sanabria, 1996), Galería Oliva Arauna. Madrid España.

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