domingo, 24 de junio de 2012

Qué buena la leche!


Chef René Loyo Cárdenas




“De lo que más ganas tengo es de volver a probar algunos tragos de la leche de Felipa, aquella leche buena y dulce como la miel que le sale por debajo a las flores del obelisco”.  Juan Rulfo. El llano en llamas y otros cuentos.


Cuando nace un bebé el primer alimento que recibe por parte de la madre es la leche. No se sabe cuando los humanos comenzaron a tomar leche de otros animales y es hasta hoy en día un alimento substancial en la vida del individuo y su producción permite la fabricación de los quesos, la mantequilla, yogur y demás subproductos importantes en la dieta del ser humano.

Definición
La leche es una secreción blanca que se puede describir como un sistema polidisperso. La grasa se encuentra emulsionada en forma de gotitas rodeada de una membrana. Las proteínas se encuentran formando un coloide en forma de micelas. La lactosa es el carbohidrato principal de la leche y se encuentra disuelto. Es producida por las glándulas mamarias (llamadas también “mamas”, pechos en el caso de la mujer y en los animales “ubres” o “tetas”). Su función es la de nutrir  a las crías a partir del nacimiento y permite la protección contra agentes patógenos, toxinas e inflamaciones. La secreción láctea de una hembra después del parto se llama calostro.

Historia
Si bien la leche es un alimento importante en la alimentación de los seres humanos, no se sabe cuándo y en qué lugar comenzaron a tomar leche de otros animales. A través de diversos estudios arqueológicos se considera que en Eurasia el ser humano comenzó a domesticar a cabras y ovejas, hace más de 10,000 años, y con ello aprovecharon todo.
En el libro “El cocinero científico”, Diego Golombek, escribe que a los griegos y romanos no les gustaba ni la leche fresca, ni la mantequilla, pero si los quesos. “Tan extraño era la ingestión de leche para los griegos y romanos que se referían a los barbados como GALAKTOPOTES, literalmente tomadores de leche. El historiador griego Heródoto  (siglo V antes de Cristo), describe a los habitantes del Cáucaso de esta forma: no siembran ningún cultivo y solo viven del ganado y de la pesca… además son tomadores de leche” (Op.cit. pag.15).
En el siglo XIII Marco Polo describe la preparación de la leche en polvo: “Los tártaros pueden marchar diez días sin preparar carne, desangrando parcialmente a sus caballos para alimentarse. También hacen uso de la leche que extraen de sus yeguas: la hierven, separan la crema de la superficie para colocarla en un recipiente separado con el que preparan manteca. Luego exponen la leche al sol hasta secarla por completo. Cuando la van a utilizar, colocan una porción en una botella con agua. Al cabalgar el mismo movimiento agita violentamente los contenidos y se forma un potaje con el que se alimentan” (Op.cit.pp 17).

La leche materna
La leche humana se digiere mejor que la de cualquier otro mamífero, contiene una sustancia llamada lactobacillus bifidus, una bacteria del tracto digestivo que excreta ácido láctico el cual inhibe bacterias perjudiciales para la cría, también crea anticuerpos contra numerosos patógenos como polio, salmonella y demás.
Sin embargo no todos los seres humanos son tolerantes a cualquier tipo de leche, debido a la absorción, la enzima lactasa primero debe romper al disacárido en sus unidades constituyentes. La cantidad de lactasa alcanza su nivel máximo poco después del nacimiento y luego declina lentamente. En algunos individuos el nivel de lactasa es tan bajo que no pueden digerir la leche. Si se consumen cantidades altas de lactosa en ausencia de lactasa, el azúcar pasa a través del intestino delgado sin ser absorbido y alcanza el colón. Allí algunas bacterias fermentan lactosa para producir dióxido de carbono, causando dolor. Además la presencia de azúcar en el colón también puede provocar diarrea. Si usted quiere ahorrarse toda esa molestia, vale entonces comer un buen queso y acompañarlo de un vino tinto, su organismo siempre se lo va agradecer.

Animales productores de leche
El consumo de determinados tipos de leche depende de la región y el tipo de animales que se encuentren al alcance. Así tenemos que en algunos lugares se consume la leche de ballena, de foca, de asna o de yegua. Veamos la siguiente clasificación:
La leche de vaca (Bos taurus), es la que más se consume y tiene más aplicaciones industriales. Se trata de un bovino que permite la aparición de la raza cebú, y  de allí se encuentran la Holstein, Guernsey y Jersey.
Búfalo (Bubalus bubalis), es un animal muy sensible al calor de allí su nombre de búfalo de agua. Los árabes lo llevaron a Europa y desde aquel tiempo los italianos  utilizaron la leche de búfala para elaborar los quesos mozarela.
Oveja, de acuerdo a estudios antropológicos y arqueológicos se considera que es el primer animal domesticado que permite su utilización total para  consumo del hombre. Su leche es rica en contenido graso y en proteínas.
La Cabra, siendo uno de los primeros animales domesticados por el hombre, su leche contiene  mejores propiedades que la leche de vaca, su sabor y aroma es más fuerte, se dice que contiene mayores niveles de calcio. Sus quesos siempre son una garantía en sabores.
La llama y la alpaca, son animales propios de América del Sur, principalmente en la serranía del Perú, su consumo es netamente regional.
El camello. Su leche es muy apreciada en el norte de áfrica y es base de su gastronomía.
El Yak es un bovino de pelo largo, se encuentra en la población del Tíbet y parte de Asia, posee una leche rica en proteínas y en grasas y se considera mucho mejor que la leche de cabra.
Yegua, Asnas y Cebras. En muchas poblaciones de Asia central se constituye como un alimento principal y de la leche de yegua se produce el Kumis que tiene un poderoso efecto laxante. La leche de Asna se tiene como la más semejante a la producida a la humana. En Bélgica se produce en cantidades industriales para ser suministrada a los niños que presentan problemas por el consumo de la leche de vaca u otro.
En parte de Rusia y de Suecia es frecuente encontrar el consumo de leche de animales como el Reno, algunos estudios señalan que ayuda a prevenir ciertas enfermedades gastrointestinales en los niños.

La leche y el VIH
El New York Time publica que: “científicos estadounidenses descubrieron que la leche materna mata el VIH”. De acuerdo a investigaciones realizadas en la Universidad de Carolina del Norte se preguntaron por qué los bebés amamantados de madres con VIH no suelen estar infectados por el virus. Para averiguar la razón del fenómeno, investigaron a modelos de  ratones humanizado  reconstituido para que sean susceptibles a enfermedades humanas como el sida, se les administró por vía oral el VIH mezclado con la leche de madres (humanas) sanas, y el 100 por ciento de los animales no se infectaron, reveló el investigador mexicano Víctor García. Por otra parte, cuando a los ratones se les administró solamente el virus sin ser mezclado con la leche materna, los animales enfermaron. Capacidades desconocidas según García por lo que su estudio completo está publicado en: Public Library of Science pathogens señala “proporciona una información muy valiosa sobre la asombrosa capacidad de la leche materna para destruir el virus, y prevenir su trasmisión”.  De acuerdo al investigador el estudio permite comprender como se trasmite el VIH a los lactantes y los niños, a pesar de los efectos protectores de la leche y agrega: “nos ayudará a cerrar una de las puertas importantes para la propagación del sida” concluye el experto.

La leche y la cultura
La leche no solo ha sido un alimento importante en la vida del ser humano, también forma parte de una diversidad de manifestaciones culturales en diferentes épocas de la humanidad. Por ejemplo:
La cultura China. Las antiguas dinastías tenían la costumbre de tomar leche y comer los productos derivados de la misma, sin embargo, después de la dinastía Tang, en el que Asia se dividió claramente en dos grupos los que favorecían el consumo de la leche y sus derivados y los que rechazan estos productos.
En diferentes partes de la India y hasta los países nórdicos así como en el Antiguo Testamento, la leche es un símbolo de abundancia asociado a un acto divino con la creación.
En Roma se dice que Cleopatra solía bañarse con leche a fin de mantener su belleza, por lo que en tiempos modernos las mascarillas de leche se asocia con la belleza y la estética femenina.
En la obra La lechera, del pintor holandés Vermeer, la  blancura de la leche representa la pureza y virtudes de la joven que sostiene la jarra.
Desde el punto de vista científico la Vía Láctea se encuentran los cinturones de estrellas que pueden verse entre las constelaciones de Perseo, Casiopea y Cefeo, fueron bautizados como la vía láctea para recordar la historia en la que Hera quería amantar a Heracles (Hércules, en la mitología romana), y éste la mordió tan fuerte que un chorro de leche salió disparada hacia el cosmos.


Bibliografía:
El cocinero científico. (Cuando la ciencia se mete en la cocina). Apuntes de Alquimia culinaria. Colección “Ciencia que ladra…” Diego Golombek, Pablo Schwarzbaum. Siglo XXI Argentina.2003

Comidas y Banquetes México. FernándezMiguel Angel del Villar. Mesa Mexicana. 1990. Fundación Cultural Bancomer.

Quesos del mundo. Bernard Nantet, Patrick Rance. Editorial Noriega. Italia. 1993.

La leche materna mata VIH. New York Time. Artículo completo en http://actualidad/ciencias/-la-leche-materna-mata-VIH

Imagen: Fotografía Concha Prada. (Puebla de Sanabria, 1996), Galería Oliva Arauna. Madrid España.

miércoles, 16 de mayo de 2012

La UNESCO: La comida mexicana riqueza cultural de la humanidad

Chef René Loyo Cárdenas


El 17 de noviembre del 2010, los principales periódicos de México registraron la noticia de la siguiente manera: “la comida mexicana fue declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)”. Continuaba la nota diciendo que “el comité intergubernamental de la UNESCO, reunido en Nairobi, analizó las 47 candidaturas presentadas por sus países miembros de tal manera que  la comida mexicana logro el reconocimiento de la comunidad internacional”.

Si bien la UNESCO y con ello la comunidad internacional ha reconocido la riqueza de la tradicional comida mexicana, vale entonces preguntarse y los mexicanos que sabemos de nuestras comidas? Cómo es que se llevó a cabo esta notable distinción? Quiénes son las personas que desde sus trabajos propios impulsaron y llevaron y registraron la importancia de la comida mexicana? Qué sabemos de todo ese complicado proceso?

El siguiente trabajo es un intento de resumir de la manera más clara el trabajo desarrollado por notables mexicanos que han puesto la comida tradicional mexicana en el lugar que se merece: en lo más alto de los reconocimientos del mundo.

En un inicio
A principio del año 2001, la organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés), adoptó medidas para el rescate y preservación de manifestaciones de la cultura inmaterial de los pueblos, en vista de la llamada globalización  neoliberal del siglo XX ya que estas políticas públicas en diferentes partes del mundo venia provocando culturicidios, como es la desaparición de distintas lenguas con sus respectivos contenidos filosóficos-literarios, o conceptos musicales, danzas, o bien toda aquella expresión cuyo común denominador era la relación del ser humano con su entorno natural.

Sin embargo este ambicioso programa de rescate internacional. No consideró la inclusión de “las cocinas de los pueblos del mundo”. La propuesta del organismo internacional no dejo nada satisfechos a un grupo de notables mexicanos, por lo que comenzaron a rescatar investigaciones así como asistir a diversos foros para argumentar la importancia de la comida como rasgo identitario más fuerte que la lengua materna.

Esos notables sin duda destacamos a Yuriria Iturriaga, Yolanda Trápaga Delfín, Marco Buenrostro, Cristina Barros, José Luis Curiel, Gloria López, Roberto González Barrera y muchas personas más.

Pasaron más de seis años en las cuales lograron ordenar y sistematizar una cantidad de investigaciones relacionadas con las cocinas tradicionales y es hasta el año 2010, que se logra elaborar el expediente intitulado: “La cocina tradicional mexicana –cultura comunitaria, viva y ancestral- : el paradigma de Michoacán”, y con ello se gana la inclusión de la cocina mexicana en la lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.

Sin embargo aquí vale detenerse y preguntar qué debemos entender como Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI)?

Yuriria Iturriaga señala que “es una herencia ancestral que se multiplica con cada generación, porque en vez de limitarse a expresiones físicas y perdurables, es una cultura que se produce y reproduce constantemente en y por los seres vivos, de carne y hueso, que son los sujetos  y soportes de sus manifestaciones inmateriales”.

El hecho que un organismo de carácter internacional dedicado a la defensa y promoción de la educación y la cultura  decidiera considerar a las cocinas tradicionales del mundo y presentarlas en grandes gastronomías, se debe a que “es el reconocimiento de conjuntos culturales complejos y exquisitos para el placer de todos los sentidos y no sólo para alimentar el cuerpo, como fenómenos culturales inmateriales dignos de ser protegidos de la homogeneización de los alimentos bajo el modelo industrial occidental”.

Finalmente Yuriria Iturriaga agrega que cuando la UNESCO lleva este tipo de reconocimientos se trata de toda una serie de pasos en los que destacan “las medidas de salvaguardas en las cocinas tradicionales consiste en proteger la naturaleza donde aparecieron botánica, zoológica e históricamente sus insumos de base y en preservar los saberes ancestrales sobre sus formas de producción, transformación y consumo, en lo que se refiere a la cocina tradicional mexicana, esas medidas  tendrán que concernir en primer lugar  el rescate de la milpa mesoamericana, fuente de las grandes civilizaciones del área gracias a su productividad constantemente renovada durante milenios, a la armonía de sus elementos en sabores y nutrientes y a su gran diversidad de flora y fauna según se cultive  en las distintas regiones y microclimas del país. Lo que llevará implícita la salvaguarda de saberes, utensilios, técnicas, términos y ceremonias que rodean el acto de cocinar y consumir a la manera de los ancestros”.

Si bien México en el año de 2008, logró que su tradicional “Día de muertos” ingresara en la lista de Patrimonio Inmaterial, y si en 2009, se incluyeron los lugares de memoria y tradiciones vivas de la cultura Otomí y  Chichimeca y la ceremonia ritual de los “Voladores de Papantla”, toca hoy a los mexicanos difundir con orgullo nuestra hermosa, gustosa y exquisita tradicional comida mexicana.


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lunes, 14 de mayo de 2012

Morelos y sus Tacos acorazados

Chef René Loyo Cárdenas
Cuernavaca, Morelos. El estado de Morelos forma parte de las 32 entidades federativas de México. La capital es Cuernavaca y el estado colinda con el Distrito Federal, el estado de México, Guerrero y con Puebla. Su clima es excelente y se le conoce como la ciudad de la eterna primavera posee una gran riqueza natural como cultural. Su gente muestra siempre una amabilidad y una calidez que facilita que tenga mucha afluencia turística.

La gastronomía de Morelos. Destacan sus Tacos acorazados, pero también encontramos el famoso pipián verde con carne, o las orejitas de pipián que son setas guisadas en pipián verde, la célebre cecina de Ixtla y Yecapixtla, con queso, crema, la barbacoa de chivo en lugares de Ixtla, Jojutla y Amacuzac y la cría de borregos de Huitzilac y Tepoztlán, el bagre en mixiotes, los típicos tamales de chile y de dulce, el tamal de mojarra, el clemole rojo de pollo o espinazo de puerco, los frijoles chinos y el puerco en salsa con ciruela, el conejo en chileajo, las quesadillas de Tepoztlán, la flor de calabaza, el huitlacoche, setas, diferentes tipos de adobos, chicharrón prensado, flor de colorín o zompantle, también conocido como pititos. En fin, el estado se encuentra conformado por 33 municipios en los que destaca su capital Cuernavaca, Tepoztlán, Yecapixtla, Jonacatepec, Axochiapan, Zacatepec, Puente de Ixtla, Temixco, Yautepec, Jiutepec, Tlaltizapan y Cuautla y por lo tanto existe una gran cantidad y variedad de platillos típicos de cada región.

El Taco acorazado
Miguel Palma escribe que de acuerdo al cronista de Cuernavaca, don Valentín López González en la década de los años cuarenta estaba en su apogeo la Segunda Guerra Mundial, las noticias de los combates llegaban a México y eran escuchadas y comentadas en distintas partes del país. Es cuando los buques y submarinos alemanes llamados acorazados toman los titulares y despiertan el interés de todos por su potencia y peligrosidad. Eran naves que llevaban doble coraza, ya que habían sido diseñados para golpear las naves enemigas y hacerlas naufragar. Eran temidos por las fuerzas navales contrarias y su solo nombre causaba pánico. La palabra acorazado quedo en la mente de la población del estado de Morelos como algo grande, fuerte, invencible y con doble recubrimiento. En esa época la señora Felicitas Sánchez Sandoval, tenía su puesto de tacos, ya era conocida, ya que desde principios de 1908, tenía un puesto de tacos en la estación de ferrocarril de Cuautla, y se hace tan famosa que sigue a las tropas revolucionarias de Francisco Villa y radica muchos años en Torreón. A su regreso se establece en Cuernavaca frente a la estación de camiones Estrella Blanca y es allí donde se cuenta que un pasajero asomó medio cuerpo por la ventana y a grito pelado pidió un taco de esos: acorazados, de esos que tienen dos tortillas. Desde entonces se dice que en la estación de camiones era común que los pasajeros pidieran “un taco acorazado de huevo” o bien de algún otro guisado, y eran acompañados de aguas frescas de frutas como de limón con chía, el tepache y las garapiñas.

Las 10 leyes del taco acorazado
No todo taco puede llamarse acorazado dicen los morelenses, según se dice que existen más de 4780 variedades de tacos, pero solo uno es el acorazado y se da en todo el estado de Morelos. Las razones son las siguientes:
 1. La tortilla debe ser delgada, flexible y resistente a fin de aguantar una buena porción de arroz, el guisado y las rajas. 
2. El arroz debe ser guisado en jitomate pero no a la jardinera, es decir sin chicharos, zanahorias y demás verduras. El arroz debe ser de la región el llamado Jojutla Mejorado, con ello se tiene asegurada la calidad del taco.
 3. No debe acompañarse de salsas, ya que estas al ser aguadas rompen la tortilla. 
4. Para muchas personas les gusta acompañar su taco con los aderezos que se ponen como los nopales, los hongos, las papas y frijoles. 
5. El guisado es variable, los hay con carne de pollo, de res o puerco, también están los chiles rellenos, las tortas de papa y demás, no deben ser muy aguados. 
6. Se recomienda que sea comido para el desayuno y la comida no se recomienda para la cena ya que se considera pesado para el estomago. 
7. El taco debe servirse caliente, un taco frio es de mal gusto. 
8. Si el cliente pide otra tortilla es válido, por eso también se pone al alcance del cliente cucharas de plástico ya sea para repartir o comerlo a cucharadas. 
9. Todos los ingredientes deben ser frescos y preparados el mismo día. 
10. El establecimiento no debe vender cerveza siempre será mejor acompañarlos con aguas frescas de frutas. 

 Bibliografía: El Taco Acorazado con aroma y sabor a revolución. Miguel Palma.Edit. Todas las voces. 2009. Cuernavaca Morelos. www.agronet.com.mx//www.miguelpalma.mexico.org

viernes, 23 de marzo de 2012

Los funcionarios de la boca.


El auge de la cocina francesa


Chef Rene Loyo Cárdenas


Introducción
La cocina francesa es la más reconocida a nivel internacional por la diversidad en la presentación, por sus platos refinados, por la variedad de sus salsas, por la abundancia de sus vinos y por su gran capacidad para apropiarse y asimilar de las más disparejas gastronomías en el mundo.

La influencia de la comida franca es tan grande que las demás cocinas a nivel internacional han incorporado el lenguaje culinario francés como decir chef, restaurant, gourmet e incluso cuisine. El argot cotidiano de la cocina en cualquier parte del mundo, se reconoce el prestigio de un buen cocinero, si este ha pasado por alguna escuela francesa, ha tenido un maestro francés, o si bien ha trabajado en un restaurant francés.

En distintas épocas de la historia los cocineros franceses han destacado por el rigor académico en la que someten sus recetas, el atrevimiento para experimentar y la facilidad con la que incorporan nuevos productos alimenticios a sus dietas.

Un lema de los franceses es “comer, comer y comer, pero no engordar”, por ello se dice que la comida es un asunto cultural y sumamente serio. Actualmente la cocina francesa se encuentra en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, desde el 16 de noviembre de 2010.

Para entender el auge de la cocina francesa y su influencia en el resto del mundo, es importante analizar algunos periodos históricos como son:

Edad Moderna.
Este periodo histórico también llamado Renacimiento, se inició después de la caída de Constantinopla (1453) y termino con la Revolución Francesa (1789). Este fue un suceso de grandes repercusiones y cambios decisivos en la historia de la humanidad.

Desde el punto de vista gastronómico, Europa tuvo un despertar a una cocina de lujo. El arte de comer se convirtió en una obra maestra. Se empezaron a elaborar las finas salsas blancas y oscuras, hechas a base de mantequilla, se modero, el uso de las especies, se hicieron una gran variedad de ragóuts (estofados) y había hasta 60 maneras de preparar los huevos. El uso de la mantelería comenzó a ser general y se empezaron a utilizar las servilletas y el tenedor.

En todo este cambio hubo un factor decisivo: el descubrimiento de América, con el consecuente intercambio de productos alimenticios entre el nuevo y el viejo continente aunque fue más tarde que España empezó a introducir al uso común lo que iba descubriendo.

Por otra parte, la riqueza mineral de América sirvió para embellecer las mesas europeas sobre todo en España, donde se veían extraordinarias piezas de oro y plata, que causaban admiración entre otros países europeos.

El primer monarca francés Francisco I, fundó el Colegio de Francia, fue el primer Rey europeo que comió guajolote procedente de México, inventó 60 maneras de comer huevo, nueve ragóuts, 31 salsas y 21 potajes y en su reinado se inventaron las famosas bisques, que son sopas que figuran en la cocina clásica francesa.

El matrimonio de su sucesor Enrique II con Catalina de Médicis, fue otro impulso para fomentar en Francia las artes y el placer de la mesa con buenas maneras.

En 1642, existe un reglamento que recomienda a los cadetes jóvenes que van a comer a casa de un archiduque lo siguiente:

“Presentar saludos a su alteza con traje limpio y no
Llegar medio borrachos, no beber después de cada
bocado, pues así es muy fácil embriagarse demasiado
pronto, no tirar los huesos debajo de la mesa;
no sorber el vino de los vasos demasiado
bestialmente, hasta el punto de caerse de su asiento”


Enrique III, hijo de Catalina de Medecis, quiso implantar el uso del tenedor y mejorar el refinamiento en la corte francesa, pero los gustos y la conducta amanerada del monarca no permitieron que esto se lograra.

Con la subida al trono de su hijo, Luis XIII, se inicia el auge de la gastronomía en Francia, debido en gran parte al gusto de los monarcas por la preparación de buenos platillos y el placer de disfrutarlos en sus comidas; esto atrajo también personajes y cortesanos, quienes hicieron grandes aportaciones en materia culinaria.

Luis XIII era de buen apetito y tenía afición por la cocina. Se dice que era experto en preparar huevos.

Los matrimonios realizados entre monarcas europeos con reinas de otras nacionalidades favorecieron el intercambio de culturas y costumbres, entre ellas la gastronomía. En el caso de Luis XIII y Luis XIV, casados con mujeres española, hubo influencia de la cocina hispánica en la comida francesa. La reina Ana introdujo en la corte de Francia el chocolate llevado de América.

La seriedad con la que los franceses presentan la comida los ha llevado hasta el extremo incluso de quitarse la vida, si en la presentación de un evento, o banquete, se ve alterado por alguna circunstancia, la comida programada, no resulta conforme lo planeado.

Sin duda el caso más representativo de esto se presenta en el año de 1671, siendo Vatel, contralor general del príncipe de Caridé, en el Castillo de Chantilly. Vatel organizaba en su totalidad los eventos que tenía el príncipe, compras, preparación de alimentos y bebidas, montaje de mesas, arreglo de habitaciones para los huéspedes y decoración de jardines. El príncipe invitó al rey a hospedarse en Chantilly, por lo que Vatel trabajó arduamente esmerándose para que la estadía del monarca y sus numerosos acompañantes fuera todo un éxito.

A pesar de las muchas previsiones, Vatel notó que la comida del primer día había faltado asado en una mesa y comunicó a su señor su aflicción. Este le respondió animándole y diciéndole que todo estaba maravillosamente bien y el asado exquisito. El día siguiente que, era viernes, Vatel había encargado con anticipación a Paris y a los puertos, pescado suficiente y de gran calidad, ya que quería lucirse con este platillo para la vigilia, preocupado por la demora y cansado por días y noches de intenso trabajo, pensó que un par de cestos de pescado que traía un chiquillo, era todo lo que habían podido conseguir. Despertó a su ayudante comunicándole su angustia y expresando que era algo que no podía soportar, pues su nombre quedaría deshonrado para siempre. Cuando llegó todo el pescado fueron a buscarlo a su dormitorio y lo encontraron muerto: se había suicidado con su espada. Fue un gran contratiempo para el príncipe, quien le comunicó al rey; sin embargo, la fiesta continuó. Su ayudante, el administrador Gourville, se hizo cargo de la situación y el pescado se sirvió a tiempo y con la calidad esperada.

Luis XIV
Luis XIV, conocido como el Rey Sol, o por la frase que dice “El Estado soy yo”, se conoce como el reinado más largo de Europa, lo que permite dejar una profunda influencia tanto para los franceses como para los países circunvecinos. Durante su administración le permitió de rodearse de destacados genios y mostró siempre su pasión por la música, el ballet, la pintura y por consecuencia la buena mesa, y su gran apetito, pone de moda el servicio a la francesa que se refiere que todos los platillos se ponen al mismo tiempo y se lleva a cabo un ceremonial inaudito.

En esta época se publica Le cuisinier français, que estructura las recetas y propone un modelo francés, por esta razón se considera que el monarca es quien confiere a la gastronomía una supremacía nacional. En esta época se pone de moda el arte de la conversación, no sólo se disfruta comiendo, sino también hablando de lo que se come, una costumbre que sorprende a los extranjeros.

La cocina cortesana, en esta época, experimentó un gran cambio, se refinó y el lujo se introdujo transformándola en muy fastuosa. Los banquetes, eran una puesta en escena teatral, donde la decoración del salón, de la mesa, del menaje, el ritmo y la salida de platos, la música, y otras distracciones, era tan importante como los platos cocinados. Toda esta envergadura del banquete se puso en manos de un maestro de ceremonias, él se encargaba de escoger el personal de la cocina y de sala; llevaba las cuentas, escogía los menús y comparaba los ingredientes; organizaba la puesta en escena de la fiesta al mínimo detalle.

La cocina de la corte francesa, la de Versailles, marcó la pauta de todas las otras cocinas reales europeas. Es un momento donde hay muchos cambios y aparece un nuevo ritual. Se valora la pulcritud y la manera de comer, masticar era un signo soez. Se pusieron de moda los platos cremosos, las mousses y los purés, el lema era "comer sin parar la conversación". En los banquetes empiezan aparecer los primeros ingredientes procedentes de América, como el pavo, que tuvo en seguida una gran aceptación en las cocinas aristocráticas y está presente en muchos menús reales del XVII, otro recién incorporado fue la piña, Luís XIV, las hacia crecer en sus invernaderos y las apreciaba por su delicado olor.

En los banquetes, los comensales se distribuían uniformemente a cada lado de la mesa, en la época medieval, lo más frecuente era las mesas en forma de U, y solo se sentaban en lado exterior, por el interior entraban los sirvientes y dejaban la comida. Ahora hay un cambio, los platos y bandejas con manjares se distribuyen por toda la mesa, formando una decoración simétrica, precisa y muy estudiada, los platos principales eran situados en el centro de la mesa cerca de la persona más importante. Normalmente un banquete se distribuya en tres servicios, cada uno con una salida de 21 platos diferentes, o sea que un banquete podía llegar a 63 platos. Cada servicio se retiraba por completo y no estaban más de 20-30 minutos en la mesa, así se aseguraba que estuvieran calientes.

El tenedor se incorporó en esta época, fue en la corte de Luís XIV, hasta entonces sólo lo utilizaban los catalanes, venecianos y lombardos. A medida que el ceremonial se fue complicando, el tenedor se consideró un elemento de distinción, a partir de 1670, es considerado como muy pasado de moda a quien no lo utilizaba.

Otras nuevas tendencias entraron también en la cocina, es menos especiada y menos dulce, los platos ya no se acaban con azúcar y canela, tal como era habitual en la época anterior. Asimismo, a finales del XVII, apareció el consumo de la pasta, las verduras formaran parte de los menús regios, guisantes, coliflor y espárragos entran en los banquetes.

Hasta este siglo las recetas eran importantes y valoradas por su manera de cocinarlas y condimentarlas, ahora entra un nuevo sentido, se valora el gusto de los ingredientes. En 1654 Nicolás Bonnefons, escribió, la sopa de col a de tener gusto a col, y la sopa de nabos, a nabos y eso que digo tiene que ser aplicado a todo aquello que se come. Hizo un catálogo muy interesante sobre de los productos del campo y de los mercados, los clasificó según las estaciones, por ejemplo entre agosto y en septiembre encontramos 74 tipos de peras y detalla con precisión su forma, color, sabor, las hay dulces, ásperas, duras y acuosas. Esta famosa frase, también la dejo escrita el gran cocinero François Pierre de la Varenne (1618 -1678), en su libro Cuisinier françois, 1651 nos dice Cuando tomo una sopa de col, quiero que tenga gusto de col. Fue el cocinero que modernizo la cocina, la salsa bechamel, deriva de la salsa crema de este cocinero. El siglo 17 es que está marcado por la aparición de las salsas, como un elemento propio, en la época medieval, había grandes salsas, pero eran preparaciones concretas, como la salsa de pavo real, la salsa verde. En el siglo 17 se teorizan y marcan las bases de las grandes salsas, como elaboraciones base de muchos platos, aparecen también los coulis y los fondos de cocción, que se empezaran a ligar con un roux y darán lugar a las salsas derivadas del siglo XVIII y que el cocinero Carême teorizará en el XIX, ordenará y clasificará.

Otros cocineros de esta época son Pierre de Lune, escribió en 1656 Le Cuisinier y en 1668 Le nouveau et parfait cuisinier y François Massialot (1660-1733) cocinero rival y crítico de la obra de la Varenne, dirigió las cocinas del duque de Chartres y del marqués de Louvois entre otros y escribió en 1691 Le Cuisinier Royal et Bourgeois; en 1692 Nouvelle Instruction pour les Confitures les Liqueurs et Fruits y varias obras más en el siguiente siglo.

Los funcionarios de boca
Los franceses consideraban que Dios le había concedido a su Rey Luis XIV un salvaje apetito y por lo tanto la cocina debe ser rica, suntuosa y complicada y esta es la función que deben desarrollar los cocineros, los chef a los que gustosos les llamaron los funcionarios de bocas para poder preparar la comida al soberano.

Para el desayuno, el rey toma simplemente una taza de caldo de invierno, y en verano, con zumo de frutas. El funcionario de la boca se entrevista con el rey y le propone diversos platillos. El rey elige lo que le agrada y no está obligado a comer todo.

La comida se divide en dos: el pequeño cubierto y el gran cubierto. El pequeño cubierto se realiza a las 13 horas, el rey entra a la sala, se instala de cara a las ventanas con los cortesanos parados alrededor de la mesa, Para el gran cubierto, el ceremonial es diferente. El rey cena en público y con su cercana familia. Cabeza desnuda, el soberano se sienta solo a la mesa, la espalda vuelta a la chimenea. A la derecha y a la izquierda tiene a sus hijos. A las 22 horas el ujier anuncia “Señores la carne del rey”, y con ellos se inaugura la comida.

Con la esperanza de ser recibidos, un mar de cortesanos se presiona en arco de círculo alrededor de la mesa real. Los familiares, los duques y las duquesas que gozan del privilegio del taburete, colocados detrás del rey y más atrás los señores. Delante del rey, se encuentran una bandeja, la nave de oro grabada ofrece las especias, la pimienta y el vinagre así como los cubiertos, Luis XIV prueba sus carnes con sus cubiertos, los maneja con gran destreza. Después de tener cuidado en la detección de posible traza de veneno, el primer servicio podrá ser depositado y, los principales funcionarios se sientan detrás de Luis XIV: el capitán de guardias, el primer amo de hotel, el primer médico, etc.

Tras cada servicio, un criado aporta una toalla mojada al rey, de tan manera que éste tiene siempre las manos limpias. Si el soberano desea que lo vuelvan a servir, llama, llega entonces el échanson que se inclina delante del rey y toma un platillo de oro surtido de un vidrio cubierto y de dos garrafas, una de agua y una de vino.

Acompañado del jefe de échansonnerie-bo así como de la ayuda del cubilete, el hombre se acerca a la mesa hace su reverencia y presenta el vidrio y las garrafas al soberano que se sirve solo.

Luis XIV, tiene un gusto para las frutas y hortalizas, puede probar toda clase de verduras. Se ve entonces aparecer ante la Corte de la Francia las coliflores, las patatas, las espinacas, las judías. La comida se termina a menudo con frutas que Luis XIV prefiere a las reposterías.

El gran cubierto dura de tres a cuatro horas. Terminada la comida del rey, reanudará un cotejo en final según mediodía después de la caza. Estos cotejos tienen a menudo lugar en los jardines de versalles. Se presentan los platos fríos: carnes heladas, paté, frutas y reposterías presentadas en forma de pirámides decoradas de flores. El cotejo precede generalmente un espectáculo seguido del cenado que tiene lugar entre las 20 y 22 horas y que contrariamente al almuerzo, tiene lugar en presencia de la familia real.

En el salón de la abundancia se elaboran tres aparadores y se encuentran las bebidas calientes como el café el té o también el chocolate así como refrescos, licores, sorbetes y aguas frutas. En torno al salón Venus, está dispuesto sobre varias mesas un maravilloso cotejo compuesto de pastas de frutas y mermeladas seca siempre en forma de pirámide, todo ello es un decorado floral.

Luis XV.
El Rey Luis XIV, cuando se encontraba muy enfermo de gangrena, mandó a llamar a su nieto Luis, y le dijo “Hijo mío, vas a ser un gran rey. No limites mis gustos por construcciones y guerras. Al contrario, trata de tener la paz con tus vecinos. Vuelve a Dios lo que le pertenece, reconócele las obligaciones bajo las que te encuentras, haz que tus súbditos lo honren. Sigue siempre buenos consejos. Trata de solventar el sufrimiento de tu pueblo, que me aflige no poder solucionar”, de esta manera es coronado Luis XV como el nuevo rey.

El nuevo rey era muy querido por su pueblo cuando subió al poder, pero pronto se dieron cuenta del despilfarro en exceso por lo que la autoridad del mismo comenzó a mermar.

Luis XVI.
Desde 1751, el grupo de intelectuales: filósofos, politólogos, científicos y economistas, que se hacían nombrar como los filósofos o la ilustración, ejercen una fuerte influencia en la sociedad y con ello contribuyen a minar y a cuestionar el derecho divino de los reyes, lo que llevaría al proceso contra Luis XVI.

El pensamiento vigente era la ilustración, cuyos tres ejes principales eran la razón, la igualdad y la libertad, estas mismas ideas habían servido de impulso a la rebelión de las trece colonias norteamericanas para la independencia de Inglaterra y de cualquier país europeo, y con ello se fortalece el movimiento que dará cuenta a la revolución francesa.

Existen varios elementos que facilitan la llegada de la revolución francesa y entre los que se pueden destacar es: la existencia de un régimen monárquico con una rigidez para gobernar el gran descontento de las clases populares, y sobre todo las nuevas ideas de la ilustración, que hablaban del valor de la democracia, la creación de un nuevo Estado, la separación de poderes, son las ideas que cobran fuerza para el desplome del antiguo régimen y con ello varias de sus instituciones.

La población en general mostraba resentimiento hacia los privilegios de los nobles y del alto clero que mantenían su dominio sobre la vida pública.

En Francia siempre ha habido mentes brillantes de artistas e intelectuales, por lo que las relaciones sociales en las altas esferas tuvieron gran esplendor: se atendía magníficamente a los invitados con una excelente comida y sus conversaciones eran agradables e ingeniosas.

El siglo XVIII en Francia realizó el ideal de la vida mundana; por eso decía Talleyrand: “Quien no vivió antes de 1789, no conoce las dulzuras del vivir”.

Un personaje de la gastronomía francesa del siglo XVIII, fue el duque de Richelieu, considerado como uno de los grandes gastrónomos; el logró introducir en la corte los vinos de Burdeos, cuando convenció a Luis XV de que probara el Chateau laffite; el rey lo bebió por el gran prestigio que Richelieu tenía como gastrónomo y cuentan que lo declaron: “pasable”, quedando aceptado por toda la corte. También se atribuye a este personaje la invención de la salsa mayonesa, como recuerdo de la conquista de Mahón, en Menorca, la llamó salsa mahoinaise, derivando más tarde el nombre a mayonaise.

Todo este esplendor descrito, es una parte de esta época, porque también es una época marcada por la escasez de alimentos y la peste asoló varias veces Europa. Hubo malas cosechas, a veces demasiado seguidas, que hicieron que la población muriera de hambre. El abandono del campo para buscar algo que comer, también hizo que las ciudades se llenaran de capas sociales muy pobres, que vagaban pro sus calles. Las revueltas internas y las guerras entre naciones, con la consecuente destrucción del campo, al grito de "tierra quemada", hicieron desaparecer los recursos alimenticios más elementales, como los cereales, alimento básico, sin trigo, hay hambre y esto contrastaba con la fastuosa vida de los reyes y nobles.

Libertad, igualdad y gastronomía en la Francia
Antes de la caída de la monarquía, las comidas elegantes eran en el palacio y en compañía del rey. La gran mayoría comía en sus casas y/ o en su caso sórdidas fondas de paso en las que se compartía con extraños personajes y mediocres buffet.

A partir de 1760, se registra en parís el desarrollo por el gusto por los caldos y sopas saludables en los llamados restaurants que se debe traducir reconstituyentes.
La revolución permitió la puesta en marcha de cientos de restaurants ya que se tenían una gran cantidad de jefes de cocina (chef), desempleados de las cocinas de la aristocracia y a un excedente de botellas de vino que robadas eran vendidas a buen precio por los nobles en su huida.

La escasez de alimentos y el clima de terror de la época inducía a denuncias y persecuciones a los dueños de estos establecimientos, así tenemos registrado que Jean-François Véry, fue encarcelado porque tenía un rótulo a la entrada de su establecimiento que decía en español “Damos la bienvenida a las personas de la mejor condición” , una idea que por la época se consideraba como antidemocrática. Otro propietario, Gabriel Doyen, que trabajó como jefe de cocina de María Antonieta, terminó en la guillotina ya que consideraban que su presencia era sumamente aristocrática.

Con la revolución francesa todo el montaje de la comida va tener un cambio sumamente cuantitativo y cualitativo, ya que deja de ser patrimonio del rey y ahora pasa a la calle. Antonio Montecinos escribe: “… en 1765 abre sus puertas en la calle Des pouiles, de Paris, el cual a diferencia de los figones, posadas o tabernas, solo admite a gente que vaya a comer, y como enseña presenta una parodia, escrita en latín quizás en serio del evangelio Venite ad me omnes qui stomacho laboratis ego restaurabo vos… ´Venid a mí, hombre de estomago cansado y yo os restaurare´. De este restaurabo proviene la palabra restaurant. El propietario Boulanger, la palabra restaurante tuvo éxito y el diccionario de Trevoux ya en 1771, definía la palabra restaurateur diciendo, “los restauranteurs” son aquellos que poseen el arte de hacer los verdaderos caldos resturadores y el derecho de vender toda clase de cremas, potajes de arroz, huevos frescos, macarrones, volatería, confituras, compota y otros platos salutíferos y delicados”

A partir de la revolución francesa la cocina francesa adquiere carta de naturaleza en París y universalidad en el resto del mundo. Brillat-Savarin escribe, “que el descubrimiento de un plato nuevo tiene mayor utilidad para la humanidad, que el de una nueva estrella”.

Beauvilliers, cocinero, montó su restaurante, y fue considerado durante más de 15 años como el principal restaurador, fue el primero que tuvo una sala elegante, camareros bien vestidos, una bodega bien cuidada y una cocina superior, publicó LÁrt du cuisinier.

Meot, cocinero del Duque de Orlens, Chez Doyen, en los Campos Elíseos, hizo posible que la cocina francesa adquiera carácter universal ya que la derrota napoleónica facilita que gente de distintas partes del mundo conozcan la comida francesa y como tal es apreciada y reconocida.

París se convierte en la capital del mundo gastronómico, a principios de 1810, se contaban más de dos mil restaurantes de todas las clases y de todos los precios.
Grimod, a la muerte de su padre, ocupa el comedor del palacete Campos Elíseos, por lo que pronto se da cuenta que la sociedad francesa no se recuperará nunca del trauma de la revolución, por lo que se propone a enseñar a comer a las generaciones de nuevos ricos, y para ello se plantea una nueva gastronomía rica, sabrosa, sencilla y delicada y publica Almanach des Gourmands que se publica anualmente con muy buen éxito.

Brillat-Savarin en 1826, publica su libro fisiología del gusto. Algunos lo consideran como la “Ilíada” o la “divina comedia” de los cuales todo el mundo habla pero muy pocos leen.

Fisiología del gusto o meditaciones de gastronomía trascendente, adquiere un éxito extraordinario e inaugura una nueva forma de abordar la cocina. En el prologo establece 20 puntos que es el encanto de la gente de la época, como:

1. El universo sólo existe por la vida y todo lo que vive se nutre
2. El destino de las naciones depende del modo en que se nutren
3. Dime que comes y te diré lo que eres
4. El descubrimiento de un nuevo plato hace más beneficio del género humano, que el descubrimiento de una estrella

Brillat Savarin es el primer escritor de gastronomía que considera la cocina como parte de las bellas artes y decía “que un escritor podía ocuparse del arte gastronómico de la simple culinaria incluso, sin perder ni su autoridad, ni su impecable calidad académica” .

Brillat Savarin muere sin conocer el éxito de su libro y cuyo contenido sigue vigente en la actualidad.



Bibliografía:
Introducción a la gastronomía. Edit. Limusa, Noriega. Editores pag. 86
Libertad, Fraternidad y Gastronomía. Bonn Appetit
La revolución francesa y gastronómica. Antonio Montecinos. 2008
Restaurantes y Revolución Francesa. André Bonnaure. 28 de julio 2002
Antonin Caréme: el cocinero de los reyes y el rey de los cocineros. Biografía. Manu Ruiz de Luzuriaga.
Caréme, Marie-Antoine. El gran arte de los fondos, caldos, adobos y potajes. Barcelona. Tusquets, 1980.
La gastronomía francesa y su historia. Graciela Audero. El litoral.com. Argentina.
La cocina del siglo XVII. Nuria Baguena. 12 de febrero de 2009. Internet.
Historia de la cocina. Renacimiento
Historia de la cocina. Sopa de manzana
Historia de la cocina. Las buenas maneras en la mesa medieval
¡Bon appétit! La comida francesa. Chef René Loyo Cárdenas


Imagen: Tintán en Cuba. Periódico la Jornada.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Fusión de la comida indígena y española.




La conquista

Chef René Loyo Cárdenas


Antecedentes
A partir del siglo XV, Europa vive un gran auge de la navegación en la búsqueda de descubrir nuevas rutas marítimas y comerciales. Los portugueses recorren el continente africano y los españoles emprenden hacia el océano desconocido lo que les permite llegar al continente americano.

Europa vive una expansión de su vida comercial, existe un crecimiento con el desarrollo de la imprenta, se mejora las técnicas de la minería y la metalurgia, de las armas de fuego y de la navegación.

A este apogeo tiene su contraparte en el estancamiento de las actividades agrícolas y de esta manera se explica la lucha por extender la navegación oceánica y la conquista del comercio oriental.

Europa necesitaba las especies de Asia (de Oriente), las cuales no podía cultivar y que eran utilizadas para la industria farmacéutica y para condimentar la carne.
Los Turcos presentan problemas para el libre tránsito de los productos. Portugueses y españoles, buscan afanosamente nuevas rutas a fin de competir con ciudades europeas como la italiana, en el riquísimo comercio de las especias. Los portugueses después de varios años llegan a la India en el año de 1498, con Vasco da Gama, luego de darle la vuelta a África.

Los españoles con Cristóbal Colón descubren el nuevo continente navegando hacia el oeste en busca del extremo oriente y encuentran tierras de grandes riquezas y especias y objetos de gran valor como la pimienta, el jengibre, los clavos de olor, los purgantes, el alcanfor, el azúcar, el palo de Brasil y demás.

La conquista
El 12 de octubre de 1492, Cristóbal colón, llega al nuevo continente pensando que eran las Indias, el 27 de noviembre en su diario escribe : “Tendrá toda la cristiandad negocio en ellas”.

Colón creyó que Haití era Japón y que Cuba era China y creyó que los habitantes de China y Japón eran indios de la india.

El 16 de diciembre de 1492, Colón escribía en su diario diciendo que los indios servían para ser mandados, trabajar y enseñarles a andar vestidos y a las costumbres europeas. Por lo tanto, se les prohibiría cantar, danzar y adorar a sus dioses. A través de la evangelización y los golpes, los “indígenas” fueron despojados de todo signo de identidad. El arzobispo Desmond Tutu se refiere a África, pero también vale para América: “Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: “Cierren los ojos y recen”. Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia”

La caída de Tenochtitlán
Hernán Cortés manda a traer los navíos poniendo en sitio la ciudad de Tenochtitlán durante 75 días, los Aztecas pelearon hasta su exterminio, por lo que fueron derrotados y sometidos a esclavitud.

Salvador Novo escribe: “Y todo el pueblo estaba plenamente angustiado, padecía hambre, desfallecía de hambre. No bebían agua potable, agua limpia, sino que bebían agua de salitre. Muchos hombres murieron y muchos murieron de resulta de disentería. Todo lo que comían eran lagartijas, golondrinas, la envoltura de las mazorcas, la grama salitrosa. Andaban masticando semillas de colorín y andaban masticando lirios acuáticos, y relleno de construcción y cuero y piel de venado. Algunas hierbas ásperas y aun barro. Nada hay como este tormento; tremendo es estar sitiados; dominó totalmente el hambre”.

La dieta de los tenochcas queda sintetizada en el siguiente poema:

“Hemos comido palos de colorín,
Hemos masticado grama salitrosa,
Piedras de adobe, lagartijas,
Ratones, tierra en polvo, gusanos…
Comimos la carne apenas
Sobre el fuego estaba puesta.
Cuando estaba cocinada la carne
De allí la arrebataron,
En el fuego mismo la comían.
Se nos puso precio.
Precio del joven, del sacerdote,
Del niño y de la doncella.
Basta: de un pobre era el precio
Sólo dos puñados de maíz,
Sólo diez tortas de mosco;
Sólo era nuestro precio
Veinte tortas de grama de salitre”

El mestizaje se inicia.
Los españoles han triunfado, ha caído la gran Tenochtitlán y para celebrar dignamente su victoria, Cortés dispuso en Coyohuacan una comida para sus capitanes.
De acuerdo a las crónicas de Bernal Díaz del Castillo indica que de Cuba llegaron los cerdos. La manteca no era conocida por la población indígena, quienes miraban sorprendidos a ese extraño y gordo animal, que siempre dormía y que en su nahuatlismo llamaron cochi, dormir. El cerdo español recibiría su nuevo nombre mexicano de cochino, el que duerme.

Llegó también el vino por lo que carnitas en taco, con tortillas calientes y chile, da inicio a la fusión de la comida mexicana con la europea, con su siempre predominio de la cultura indígena.

Consumada la conquista, la población indígena y europea, entran en un proceso de transición, absorción e intercambio de lo que hasta entonces consideraban sus propias gastronomías.

La gastronomía indígena aporta el maíz, el chile, jitomate, frijol, pavos, cacao, quelites y demás.

Mientras que la gastronomía española aporta el arroz, el trigo, reses, ovejas, cerdos, leche, quesos, aceite, ajos, vino y vinagre entre otros.
De este encuentro de especies los resultados son abundantes:

El atole y cacao se benefician con el piloncillo y la leche.
Las tortillas al freírse; el taco adquiere mayor consistencia con la carne de cerdo, cordero y de res. El chorizo con su grasa las garnachas, las chalupas, los sopes, las tostadas, las enchiladas, los tacos y los chilaquiles.

Los tamales se volvieron más esponjosos con la manteca de cerdo. Los frijoles de olla, darán paso a los refritos a quienes la cebolla, el chile, el ajo, el queso, y la crema lo presentan como un platillo digno del paladar más exigente.

El maridaje del maíz con el queso nacen las quesadillas a las que le agregaron flor de calabaza, huitlacoche y sobre todo el epázotl.
Los peneques de papa con queso y el jitomate con chile, cebolla y ajo será una deliciosa salsa.

No podemos dejar de mencionar el arroz a la mexicana quien con su salsa de jitomate, verduras y chile lo hacen único.

La cultura indígena no deja de incorporar los nuevos elementos en su dieta en la llamada barbacoa, incorporan una oveja al Tlacaxipehualiztli, o desollamiento, el animal es metido en un lugar tan parecido al baño o temascalli con el horno de piedras calentadas, envueltas en pencas de maguey y que la termino de su cocimiento la carne será envuelta en una tortilla aderezada con una sabrosa y picosa salsa de chiles tatemados molidos en el molcáxitl.

Finalmente Salvador Novo sintetiza: “advirtamos, complacidos, que en esta larga, lenta, venturosa gestación, los cromosomas culinarios de los mexicas prevalecieron sobre los genes de los españoles. Estos acabarán comiendo chile. Exclamaran, reconocerán:

“Que el pipían es célebre
Comida,
Que al sabor dél,
Os comereís las manos”

lunes, 6 de febrero de 2012

Europa y sus prácticas en la comida (Antes del descubrimiento de América)


Europa y sus prácticas en la comida
(Antes del descubrimiento de América)


Chef René Loyo Cárdenas

Desde épocas remotas se han encontrado en Europa una diversidad de recetas de cocina que permiten plasmar la vida cotidiana en aquellas primitivas sociedades. Vale destacar las empanadas rellenas de pajarillos y poros. Uno de los cocineros más famosos de esa época es Marco Gavio Apicio, autor del libro De re coquinaria, propuso “hacer un solo sabor de miles”.

Se cocinaba de manera rudimentaria, destacando los asados, el cordero, y los cabritos. Una manera de condimentar frecuente era con pétalos de rosa, pimienta, poros y piñones. Se acostumbraba a comer todo tipo de aves como avestruces, flamencos, patos, gallinas, palomas y demás las cuales se cocían con todo y plumas.
El pan, el trigo y el vino ha sido sin duda el alimento por excelencia pero donde la cocina adquiere mayor oficio es en los monasterios, los monjes cristianos estudiaban y consideraban que lo hecho por Dios era bueno, de tal manera que la influencia de otras culturas en cuestión de comida, no opusieron resistencia para incorporarlas para su consumo.

La comida adquiere un valor esencial, para la vida en sociedad, uno de los castigos más duros que podía tener un ser humano era dejarlo comer solo.
Los estatutos de Monte Casino dicen que cada monje se le debía dar ocho huevos por la mañana y por la tarde. Eran comunes los omelettes de ocho a doce huevos por persona. Por esta razón los monjes tenían fama de glotones, bebedores y avaros.
En el libro de Dante Alighiere coloca a los glotones en el infierno, cuando habla del pecado de la gula y están cerca de los lujuriosos y los que desperdician y dilapidan. Por eso para no ir al infierno, el cocinero debía practicar las virtudes “ser de corazón humilde, benigno de alma, exuberante en misericordia, cuidadoso de sí mismo, refugio de los pobres y padre de la comunidad” .

La disciplina de la cocina se hizo de manera tan rígida como implacable. El lema del cocinero era mandar, ordenar y ser obedecido.
Las grandes abadías tenían varios cocineros de distintas especialidades en pescados, reposterías etc.

Se creía que los que trabajaban de noche debían comer lechuzas, ratas, caracoles, víboras, gusanos y ostras. Los clérigos debían abstenerse de comer lentejas, mostaza para evitar melancolía. Los médicos recomendaban para la dieta de las personas pobres a base de ajos, cebolla, pescado, queso, cerveza y carne. Para los intelectuales la dieta recomendada era puerco, pan blanco, ternera, aves, huevos cocidos, frutas acidas y vinos ligeros, y sobre todo reducir al mínimo la actividad sexual.
Ya se hablaba de alimentos afrodisiacos como la sopa de verduras, gallinas, huevos de gorrión sésamo y espárragos.

El invento de la imprenta fue tan importante para el desarrollo de la cocina que permitió la publicación de las primeras recetas en el año de 1485. Estas primeras publicaciones no exactamente recetas de cocina sino más bien reflexiones acerca de los aspectos básicos de la cultura del comer, su importancia en la salud y las reglas sociales.

En esta época la búsqueda de nuevas tierras hizo posible que se realizara un tipo de alimentación que obligó a la búsqueda de nuevas tierras y de otras especies.
En el caso de los marineros en los barcos se tenía contemplado que los capitanes eran responsables de retener a sus marineros a través de de una alimentación adecuada así como de una suficiente bebida.

Los marineros recibían provisiones de carne saladas y cuando era consumida, utilizaban demasiada agua para quitarles la sal, esta última (el agua), no siempre era de calidad ya que se encontraba estancada llena de lama, por lo que no era raro considerar que la carne se encontraba en estado de descomposición, podrida, sin siquiera aprovechar bien sus nutrientes.

Otro alimento que se encontraba como componente principal es el pan en forma de galleta. Los franceses lo llamaron “biscuits”, palabra que procede de bis y cutre, que significa “cocer dos veces”, este tipo de pan o galleta, se encontraban hechas desde hace muchos años, incluso existen registros que habían las que se guardaban durante cincuenta años.

La preparación de las galletas era un oficio bien apreciado que requería de ciertas habilidades como también de trabajadores, de allí surgen los primeros especialistas en la repostería con cargos como son los quemadores, maestros, conductores, enrolladores y ayudantes. La técnica destacaba que la mezcla se golpeaba, aporreaba, levantaba hasta que tomaba consistencia de masa. El sistema era poco higiénico después del horno el resultado era una piedra dura que producía problemas en el consumo y sobre todo en las mandíbulas. Antes de ser empaquetadas permanecían a la intemperie por lo que eran atacadas por una mosca que ponía sus huevos en ellas, y con el paso del tiempo nacían unas larvas, las personas más veteranas solías golpear sus galletas contra la mesa antes de ser consumidas a fin de despojar los gorgojos.
Uno de los grandes sufrimientos que padecían los marineros era la bebida, el beber agua, nunca fue de calidad. Cromwell ordenó que los marineros dispusieran de un galón de cerveza por semana . La cerveza que se fabricaba en ese entonces no se podía conservar mucho tiempo por lo que esa disposición cambio y decidió que en su lugar los marineros tenían que beber ron.

Pero la iglesia católica no podía faltar un santo patrón y este Pascual Baylón o Bailón Yubero, un pastor español nacido en la provincia de Aragón, franciscano y devoto del santísimo sacramento, su obra le sirvió para santificar la cocina y la repostería, entre los milagros que se le atribuyen destacan la multiplicación del pan para los pobres, la curación de los enfermos, el don de la profecía y el que narra cómo de una piedra salió agua para unos pobres. Se dice que recogía las sobras de la comida y las distribuía entre los pobres, siempre tenía una alegría rezaba y se levantaba agitado y bailando, de allí que muchos consideren que su apellido era un apodo, su fiesta se celebra el 17 de mayo.

La gastronomía española en el siglo XVI, no existe como tal, encontramos una gran diversidad de comidas de acuerdo a la región en su totalidad autonómica. Un elemento unificador en la llegada de Castilla es el consumo de cerdo y el vino.

Sin embargo, esto no era suficiente, la búsqueda de nuevas tierras, era acompañada por la posesión de las especies. El reino de Castilla emprende la conquista de otras tierras.

jueves, 19 de enero de 2012

Restaurant Maradán, Mar y Tierra


Restaurant Maradán, Mar y Tierra
Nuevo concepto, Nueva época


Chef René Loyo Cárdenas


En México se sabe que el ingenio de sus ciudadanos se vive hasta en sus sabores, por esta razón no podemos dejar de nombrar el Restaurant Maradán, Mar y Tierra, en esta nueva época y en cuyo nombre se encierra todo su concepto: Productos del mar y Productos de tierra.
Este original Restaurant se encuentra ubicado en la ciudad de México, específicamente la Delegación Magdalena Contreras y su lema es: “Un lugar para desayunar, y comer muy bien”.

Aquí se sirve la tradicional comida mexicana por lo que hace que los comensales vivan una experiencia única, no sólo por el sabor, variedad y buen trato, sino por el lugar en sí mismo.

En desayunos se encuentran nueve exposiciones que se presentan en forma de paquete en los que se incluyen café o té, jugo o fruta. Si su apetito es sumamente grande y exigente le podemos recomendar un desayuno ranchero que consta de un bistec a la plancha o al gusto, acompañado de unos deliciosos frijoles refritos o de la olla y si su gusto va por lo vegetariano no dudamos en recomendar el soufflé o pastel de verduras que son gratinadas en queso manchego.

La hora de la comida se presentan seis versiones de menús ejecutivos que consta de cuatro tiempos en los que sobresalen sopas o consomé; el arroz a la mexicana o bien blanco y finalmente ensalada con su aderezo de la casa, el guisado y por supuesto el postre.

Su carta incluye una cantidad de platillos netamente de factura mexicana, por lo que podrá iniciar su aventura gastronómica con las chalupas poblanas o los sopes Maradán que van acompañados de frijoles refritos, lechuga, queso rallado, chorizo, papa, jitomate y cebolla.

En cuanto a los caseros se tiene la pancita de res cocinada en chiles guajillos, especies y epazote. Los siempre bien aceptados chiles rellenos de picadillo o queso y donde todos queremos llegar con los pozoles rojo, blanco, en su presentación con carne de puerco o bien pollo, finalmente el sello de la casa se presenta con el de camarón.

En tacos son únicos, su presentación de lujo, existe una gran variedad. Si su gusto es por los cortes de carne tipo americano también allí los encuentra, y para los paladares exigentes de familia numerosa, o de amigos multitudinarios la parrillada es una fiesta por su carnaval de carnes.

Los especiales son al momento preparados en los que se encuentra el chile azteca Maradán, las crepas de puerco o pollo bañadas en salsa de chile puya y el ya famoso mole de la abuela, que se hace de acuerdo a las tradiciones propias de la familia respetando ante todo la elaboración y tostado de sus más de 47 especies.

Las innovadoras pizzas tienen un lugar especial, no masacudas, de tipo neoyorkino y en las que el comensal tendrá la posibilidad de crear la suya propia con los productos que más le apetezca.

Respecto a los productos del mar destacamos la mojarra de 900 gramos, frita, al mojo de ajo, o a la diabla. También encuentra los cocteles de camarón, ostiones, el vuelve a la vida y si pretende adentrarse más, se tienen los pulpos en su tinta, acompañados de un delicioso arroz blanco.

Finalmente, apelando aquel refrán que decían nuestros abuelos: “de la vista nace el amor”, los invitamos nos acompañen y disfruten de una comida tradicional diferente, en un lugar especial al gusto del paladar más exigente.

Ah, los precios? No se apure, es al alcance del bolsillo y por supuesto que la música y el karaoke, le van a caer muy bien al corazón.